martes, 24 de mayo de 2011

ACTIVIDAD DE FOLKLORE

En la actividad de folklore hemos realizado a lo largo de todo el curso adivinanzas como:

ADIVINANZAS

PARTES DEL CUERPO

Al revolver una esquina,
vi un convento abierto;
más arriba, dos ventanas;
más arriba, dos espejos;
arriba, una montaña
donde se pasean
los señores caballeros.

(  CABEZA  )

Dos cajitas de sinrazón
se abren y se cierran
y no meten son.

(  PESTAÑAS  )

Hermanos inseparables,
soportamos un gran peso.
La tierra nos da su beso,
porque somos incansables.

(   PIES  )

Te sirve para escribir,
dibujar, señalar y sentir.

(  DEDO  )

DE DOS EN DOS

Con la punta se apunta,
con el culo se aprieta
y con lo que cuelga
se tapa la grieta.

(   AGUJA E HILO )

De mi madre nací yo
sin generación de padre
y luego me morí yo
y de mí nació mi madre.

(   AGUA Y CARÁMBANO  )

Lo metí duro, lo saqué blando,
coloradito y gotigoteando.
(   CHURRO Y CHOCOLATE )

Tengo raíz: no soy planta.
Y velas pero no alumbro.

(  BARCO Y ANCLA  )

Tres cuevas en la montaña:
¿quién me las podrá encontrar?
En dos el aire va a entrar.
La tercera el vidrio empaña.

(   NARIZ Y BOCA )

Va al campo y no come,
va al río y no bebe
y con sólo dar voces se mantiene.
¿Qué es?

(  CENCERRO  )

OBJETOS INANIMADOS

Redondo, redondo como un queso
y tiene el rabo tieso.

(  SARTÉN )

Si sube, nos vamos.
Si baja, nos quedamos.

(  ANCLA )

Tenemos diez dedos,
sin huesos ni carne.

(   GUANTES  )

Tiene cuatro patas,
mas no puede andar.
Tiene cabecera
y no sabe hablar.

(   CAMA   )

Tiene dientes pero no muerde.

(  PEINE  )

Lo que no consiguen fuerza ni destreza
para mí es muy fácil, toda una simpleza
Pocos me respetan, pero no hay derecho,
pues sin mí estarían sin cama ni techo.

(  LLAVE )

Mi madre es tartamuda ,
mi padre es cantaor;
tengo el vestido blanco
y amarillo el corazón

(   HUEVO   )

REINO ANIMAL

A cuestas llevo mi casa,
Camino sin tener patas,
Por donde mi cuerpo pasa,
Queda un hilillo de plata.

(   CARACOL  )

Adentro no hay quien me alcance
Y si salgo sufro un percance.

(   PEZ   )

Con su cola inmensa,
vestido de gris,
busca tu despensa en cualquier país.

(  RATÓN )

De todas las hierbas,
prefiero la lechuga.
Tengo orejas largas
y una cola diminuta.
Si echamos una carrera,
gano sin disputa.

(  CONEJO  )

Fluyo más fluida que la dulce rima.
Caigo hermosamente, mas subir no puedo.
Diez mil toneladas resisto sin miedo
pero el aire siempre me marca y lastima.

(  RANA   )

Hay ocho que están en pie,
dos a punto de aferrarse
y dos ojos desafiando.

(  CANGREJO  )

Los dedos muy separados,
la ropa de mil colores.
Van veloces y ordenados.
Los buscan los cazadores.

(   PATO  )

Mi inicial ancla en barco, pero nunca en navío.
Y mi segunda letra la encuentras en umbrío.
La tercera letra está en horno pero no entra en calor.
La cuarta te la brinda la misma hoja que dar.
Cuando el sol ilumina, me envuelve un gran hastío,
mas del bosque de tinieblas soy siempre el gran señor.

(  BÚHO )

Mi inicial está en curva pero no en carretera
y mi segunda letra se encuentra en exquisito.
En rechoncho y no obeso encontrarás mi tercera.
Doméstico y paciente, me sirvo del detrito
para hacer las delicias del mundo entero.

(   CERDO  )

Mi inicial está en ogro
pero no soy violenta.
La uve de victoria es mi segunda letra.
Soy la mejor amiga de la gente friolera.
El país donde vivo en riqueza abunda.

(   OVEJA  )

Mi inicial está en paz
y la segunda se agita como un ala.
En todos los países voy vestido de gala,
unas veces de blanco y otras de color plomizo.

(   PALOMA  )

No vuela muy alto pero es presumido.
Calza espuelas, mira con ojos feroces.
Soberbio y distante, pésimo marido,
se levanta pronto, grita a dos voces.

(    GALLO    )

Si preguntas mi nombre
mi inicial está en guante
y mi segunda letra
anda siempre ambulante.
La tercera y la cuarta
se hallarán en total .
Soy el más listo y guapo...
pero el menos cordial.

(    GATO    )

Sobre tierra y mar me encanta volar,
goleta y también ondina.
Comienzo a viajar
cuando el aire se ilumina.

(   GOLONDRINA   )

Soy una piedra preciosa
que se extravió en el jardín.
En la hiedra o en la rosa
me encuentras siempre en trajín.

(    MARIQUITA    )

Va caminando por un senderito
Te da muchas cosas y va despacito.

(      VACA        )

Verde nací,
verde viví
y verde moriré.

(    LAGARTO    )

Vuelo de noche,
duermo de día
y nunca verás plumas
en el ala mía.

(      MURCIÉLAGO   )

Zumba el vuelo vibrador.
En su casa todo es oro.
Trabaja haciendo un tesoro
con lo que le da la flor.

(   ABEJA )

Cuentos y leyendas como las siguientes:

LEYENDA  DEL ERMITAÑO Y EL RAYO

                      
En la falda de la Sierra más alta de Extremadura, Jálama, existió, hace muchos años una ermita, la ermita de San Casiano, oculta a la mirada del pasajero, por un frondoso bosque y rodeada de innumerables cuevas. Vivía en dicha ermita Martín, un buen anciano, que, según contaban los que lo conocieron, perteneció a distinguida y rica familia cacereña. Los padres de Martín tuvieron dos hijos, el nombrado y José. Martín y José eran genios muy opuestos. Mientras el carácter del primero era díscolo, atrevido, temerario, el de José se distinguía por su obediencia y sencillez. Ocurrió un día que Martín, desoyendo los consejos de sus padres, propuso a su hermano que le acompañase a una cacería. José le advirtió, una y más veces que no era prudente tal propósito por desconocer ambos el manejo de las armas de fuego. No debió convencerse Martín cuando a la puesta del sol salieron los dos hermanos provistos de flamantes escopetas y otros efectos necesarios. lnternáronse en un espeso bosque. Eligieron dos sitios de aguardo por donde según Martín, debían pasar algunos corzos. En actitud expectante estuvieron los dos hermanos poco más de media hora, cuando el ruido de pasos, hizo suponer a Martín que se acercaba alguna pieza. No se engañaba. Dos hermosos ciervos cruzaban a poca distancia de él. Martín montó precipitadamente la escopeta; sonó un disparo y al poco rato, se oyó un ¡Ay! lastimoso producido por una leñadora; la bala había atravesado un brazo de la pobre mujer, cuya presencia pasó inadvertida para Martín en el momento crítico del disparo. Poco tiempo después, Martín prometía ante un cuadro de la Virgen una penitencia como expiación del delito que su imprudencia le hizo cometer. Han transcurrido cuarenta años desde los anteriores sucesos. Martín es ermitaño de San Casiano. Se mantiene de las limosnas que recoge en los pueblos inmediatos, si bien pasa plaza en algunos de poseer un inmensa fortuna. Era una cruda tarde de invierno. Una imponente tormenta se formaba en el espacio. Martín postrado de rodillas, ante un crucifijo que pendía de las paredes de una cueva próxima a la ermita, fué a levantarse cuando cuatro manos hercúleas le sujetaron por el cuello. El ermitaño incorporóse como pudo y se encontró frente a frente de dos hombres que le dijeron: venimos por tu fortuna o por tu vida. Mi fortuna, contestó el anciano, la tengo despreciada hace cuarenta años, y mi vida pertenece a Dios: No mientas, -dijo uno de aquellos hombres- venimos a por tu tesoro, y si nos lo niegas morirás sin remedio. Pasaron algunos segundos de silencio interrumpido por Martín que con sonrisa de mártir exclamó: Pues bien, señores, salid de esta cueva y os enseñaré el lugar donde guardo mi tesoro. ¿Conocéis el corpulento árbol llamado Matusalén, que hay al terminar el puente de los Gitanos? Sí, dijeron los bandidos. Pues meted la mano en el hueco que hay en dicho árbol y encontraréis el tesoro que tengo. Si nos engañas, -se atrevió a decir uno de aquellos hombres, -pagarás con tu vida. Os juro que no, -replicó Martín. Los bandidos tomaron la dirección que el ermitaño les había dado. La tormenta continuaba cada vez más imponente. Los bandidos caminaban deprisa. Al llegar al puente, que les había indicado Martín, los truenos y relámpagos se sucedían con frecuencia. La lluvia era torrencial. Al siguiente día el ermitaño se dirigió al árbol Matusalén, estuche de su tesoro. ¡Gran sorpresa recibió el pobre viejo! Al pie del árbol había dos cadáveres carbonizados por una chispa eléctrica. Postróse de rodillas Martín, rezó por ellos, y metiendo después la mano por el hueco del árbol Matusalén, sacó un libro con forro de pergamino en cuyas pastas se leía: 'Tesoro del Alma'.

LEYENDA DE LA MORA ENCANTADA

Cerca de Eljas existe un grupo de rocas conocidas como las Torres de Fernán Centeno, bajo las cuales vive una enorme mora encantada, nieta de famoso gigante Fierabrás de Alejandría. Sale de su escondite sólo tres días al año, coincidiendo más o menos cuando Semana Santa. Cuando lo hace, su afición consiste en jugar a los mecos con las enormes piedras de la sierra, lanzándolas al aire como si fuera con piedrecillas. Luego vuelve a dejar los peñascos en su sitio.

No hay comentarios:

Publicar un comentario